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La Posada de Barro

La Posada de Barro

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C. el Quesu, 9, 33530 Infiesto, Asturias, España
Bar Hospedaje Restaurante
9 (843 reseñas)

La Posada de Barro se presenta como una opción de alojamiento y restauración en Infiesto, capital del concejo de Piloña, que basa su propuesta en dos pilares fundamentales: la calidez de un negocio familiar y una cocina asturiana tradicional. Este establecimiento, ubicado en un edificio histórico que data de 1730, fusiona el encanto de una casona de piedra con las comodidades necesarias para el viajero actual, ofreciendo una experiencia integral que va más allá de un simple lugar donde dormir en Asturias.

Análisis del alojamiento: carácter y funcionalidad

Uno de los aspectos más destacados de La Posada de Barro es su naturaleza como hostal familiar. Las opiniones de quienes se han hospedado aquí son abrumadoramente positivas en lo que respecta al trato recibido. La familia que gestiona el negocio es descrita de forma recurrente con adjetivos como "encantadora", "amable" y "cercana", generando una atmósfera de hospitalidad que muchos huéspedes valoran por encima de otros lujos. Este trato personalizado comienza desde el momento de la reserva y se mantiene hasta la despedida, convirtiendo la estancia en una experiencia memorable y humana.

El edificio en sí es uno de sus grandes atractivos. Se trata de una antigua casona de piedra del siglo XVIII, cuidadosamente restaurada para conservar elementos originales como los techos con vigas de madera. Esto le confiere un carácter rústico y auténtico, posicionándolo como uno de esos hostales con encanto que buscan los viajeros que aprecian la historia y la arquitectura local. Sin embargo, es importante gestionar las expectativas en cuanto a las habitaciones. La propia descripción oficial las define como "funcionales" y "básicas", lo que se corresponde con la categoría de una pensión o un hostal de dos estrellas. No se encontrarán aquí grandes lujos ni servicios de alta hotelería. En su lugar, la oferta se centra en proporcionar un espacio confortable y, sobre todo, impecablemente limpio. La limpieza es, de hecho, uno de los puntos más elogiados de forma unánime por los visitantes, un factor crucial para garantizar una estancia agradable.

Las habitaciones, aunque sencillas, están equipadas con lo esencial: baño completo, televisión y calefacción, asegurando el confort básico. Este enfoque en la funcionalidad a un precio razonable hace que la relación calidad-precio sea percibida como muy positiva por la mayoría de los clientes.

La propuesta gastronómica: el corazón de la posada

Si el alojamiento es el cuerpo de La Posada de Barro, su restaurante es sin duda el corazón. La cocina es un pilar central de su oferta y uno de los principales motivos por los que tanto huéspedes como visitantes locales acuden al establecimiento. El restaurante se especializa en comida tradicional asturiana, elaborada con esmero y, según indican en su web, con ingredientes de kilómetro cero y ganadería propia, un detalle que subraya su compromiso con la calidad y la autenticidad.

Dentro de su carta, hay un plato que brilla con luz propia y que es mencionado en múltiples reseñas: el cachopo. Varios comensales lo han calificado como uno de los mejores que han probado en toda Asturias, destacando su sabor y calidad. Este reconocimiento no es menor en una región donde el cachopo es casi una religión. Más allá de este plato estrella, la carta ofrece una variedad de recetas caseras bien ejecutadas, como tortos variados y carnes guisadas, que reflejan la riqueza de la gastronomía local. La presencia de un bar y una sidrería complementan la oferta, permitiendo disfrutar de la cultura de la sidra en un ambiente acogedor y rústico.

El comedor, en sintonía con el resto del edificio, presenta una decoración tradicional con muros de piedra y detalles de madera, creando un espacio cálido ideal para disfrutar de una comida sin prisas. La combinación de un alojamiento rural con un restaurante de esta calidad es una gran ventaja, ya que ofrece a los huéspedes la comodidad de no tener que desplazarse para disfrutar de una excelente cena tras un día de turismo.

Ventajas y aspectos a considerar

Al evaluar La Posada de Barro como una opción para una estancia en Asturias, es útil resumir sus puntos fuertes y aquellos aspectos que los potenciales clientes deben tener en cuenta.

Lo más destacado:

  • Trato familiar y cercano: El servicio personalizado y la hospitalidad de los propietarios son, sin duda, su mayor activo. Crean un ambiente acogedor que hace que los huéspedes se sientan como en casa.
  • Excelente cocina casera: El restaurante es un gran atractivo por sí mismo, con una reputación sólida basada en platos tradicionales de alta calidad, especialmente su aclamado cachopo.
  • Limpieza impecable: La pulcritud de las instalaciones, tanto en las habitaciones como en las zonas comunes, es una garantía de confort y bienestar.
  • Ubicación estratégica: Infiesto sirve como un excelente "campo base" para explorar tanto la costa oriental asturiana (desde Villaviciosa hasta Llanes) como el interior montañoso, incluyendo los Picos de Europa y el Parque Natural de Redes.
  • Edificio con encanto histórico: La estancia en una casona del siglo XVIII bien conservada añade un valor diferencial a la experiencia, alejándola de la estandarización de los hoteles modernos.

Puntos a tener en cuenta:

  • Habitaciones funcionales, no lujosas: Como corresponde a un hostal de su categoría, las habitaciones son básicas. Quienes busquen amplitud, diseño de vanguardia o servicios adicionales como minibar o amenities de lujo, deberían considerar otras opciones.
  • Horario limitado los miércoles: El establecimiento cierra los miércoles por la tarde (a partir de las 15:30), un detalle a considerar para la planificación del viaje, especialmente en lo que respecta a las cenas de ese día.
  • Puede no ser para todos: Una crítica aislada de hace varios años mencionaba que algunos platos de la carta no estaban disponibles y que ciertas elaboraciones, como un revuelto, resultaron ser sencillas. Si bien la inmensa mayoría de las opiniones recientes son excelentes, esto sugiere que la experiencia puede ser más satisfactoria con los platos estrella de la casa y el menú del día, que tiene fama de ser abundante y casero.

En definitiva, La Posada de Barro es una opción altamente recomendable para un perfil de viajero muy concreto: aquel que valora la autenticidad, el trato humano y la buena comida por encima del lujo material. Es el hostal ideal para parejas, familias o viajeros en solitario que buscan un punto de partida acogedor y fiable para descubrir los tesoros de Asturias, con la certeza de que al final del día les espera una habitación limpia y una cena que representa lo mejor de la tierra.

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